viernes, 12 de septiembre de 2008


Juez Tirado, por tu cargo representas a la justicia y por ti mismo al orgullo y chulería mezquinos del egoísmo y la falta de conciencia.

El Consejo General del Poder Judicial, que se sabe metido en el mismo saco de continuos colapsos y errores judiciales, suavizó a más no poder tu sanción, con la esperanza de reducir la importancia de este suceso en concreto, tan incómodo para la realidad de la justicia en España. Te han hecho un envidiable favor, no tanto a la familia de Mariluz, pero tú, tanto sufrirías por ceder 1500 euros de tu abultado bolsillo, que has de recurrir la sentencia. Vas con la barbilla bien alta, sin culpabilidad ninguna, luchando por la impunidad total: tú no mataste a Mariluz ni traspapelaste unos cuantos papelajos. ¿Manejar papeles? Tu clase está por encima de eso ¡qué hablen con tus secretarias! Así que eludes responsabilidades desde un cargo de absoluta responsabilidad.

Quizá al conocer el fatal error, podrías haberte puesto en contacto con la familia de MariLuz, haberles comunicado tus más sinceras disculpas, tu resolución a esclarecer lo ocurrido y, más adelante, a acatar la sanción impuesta.

Pero tu cinismo y tu falta de empatía están por encima de todo eso. Qué rasgos tan incompatibles en alguien que imparte justicia.

No has dado la cara más que para despreciar el sufrimiento de una familia destrozada y con ellos nos has despreciado a todos los españoles cuya justicia, lamentablemente, está en tus manos y de muchos otros de tu calaña.

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